Te contaremos algo que seguramente ya sabes: organizar un evento especial puede ser muy emocionante, pero también puede convertirse en todo un quebradero de cabeza si no lo planificamos bien. Y es que la comida, uno de los elementos más importantes, suele ser también el que más nos preocupa como anfitriones.

¿Te has dado cuenta de que un evento puede tener la decoración más espectacular, pero si la comida no está a la altura, los invitados lo recordarán por eso? Por eso hoy queremos compartir contigo algunos consejos prácticos que te ayudarán a triunfar como anfitrión.

Lo primero: define el tipo de evento

Antes de pensar en menús o cantidades, necesitas tener muy claro qué tipo de evento estás organizando. No es lo mismo una boda que un encuentro familiar, ¿verdad? Claramente, cada celebración tiene sus propias necesidades y expectativas.

Te ponemos un ejemplo: mientras que en una boda podrías apostar por un menú sofisticado de varios tiempos, en un cumpleaños infantil necesitarás opciones más sencillas y atractivas para los pequeños.

Y aquí viene algo importante: piensa qué quieres conseguir con la comida. ¿Buscas sorprender con sabores diferentes o prefieres crear un ambiente hogareño con platos tradicionales? La clave estará en combinar el tipo de evento con el efecto que quieres crear, para que el resultado sea único.

Conoce a tus invitados

Este punto es crucial, y te explicamos por qué. Hoy en día es muy común encontrar personas con diferentes necesidades alimentarias. Tendrás que tener en cuenta lo siguiente:

• Las restricciones alimentarias: cada vez hay más personas con alergias, intolerancias o que siguen dietas específicas como vegetarianos, veganos o celíacos. Te aseguramos que tener opciones para todos demuestra que te preocupas por el bienestar de tus invitados.
• Las edades: si vienen niños, necesitarás incluir opciones que les gusten y sean fáciles de comer. Por otro lado, si la mayoría son adultos, puedes permitirte ser más creativo con el menú.
• Los aspectos culturales: algunas culturas tienen tradiciones muy marcadas con la comida. Tenerlas en cuenta puede hacer que tu evento sea aún más especial.

Todo esto puede parecer mucho trabajo, pero si te tomas el tiempo necesario para ofrecerle algo personalizado a tus comensales, la calidad que estos percibirán en el evento será mucho mayor.

El presupuesto importa (y mucho)

Hablemos claro: el dinero es un factor determinante para planear la comida. Te aconsejamos establecer un presupuesto realista desde el principio. Así podrás tomar decisiones más acertadas sobre qué preparar y para cuántas personas.

Y no te olvides de incluir esos gastos extra que a veces pasamos por alto: la decoración, los utensilios, las bebidas…

Por suerte, hay muchas formas de ahorrar en la comida sin sacrificar la calidad. Por ejemplo, puedes optar por platos sencillos pero deliciosos, utilizar ingredientes locales y de temporada, o pensar en recetas que no requieran ingredientes tan complejos.

Diseña tu menú perfecto

• Esta es quizás la parte más divertida, aunque puede resultar abrumadora al principio. Para hacerlo más sencillo, ten en cuenta estos aspectos:
• El equilibrio es fundamental: intenta ofrecer opciones para todos los gustos. Combina sabores, texturas y colores. ¿Sabes qué funciona siempre bien? Una entrada ligera, un plato principal consistente y un postre que sorprenda.
• Aprovecha la temporada: usar ingredientes de temporada no solo te saldrá más económico, sino que garantizará la frescura de tus platos.
• Controla las cantidades: nada peor que quedarse corto... o tener que tirar comida. Calcula bien las porciones según el número de invitados y el tipo de servicio que hayas elegido.

El formato de servicio marca la diferencia

La forma en que sirvas la comida puede cambiar completamente la experiencia. Te presentamos las opciones más populares:

• El bufé es perfecto para eventos informales o con muchos invitados. Da libertad a los comensales y permite ofrecer más variedad. Eso sí, organiza bien las filas para evitar atascos.
• El servicio en mesa es ideal para ocasiones más formales. Crea un ambiente más elegante, aunque necesitarás más personal y una organización impecable.
• Las estaciones temáticas están ganando cada vez más popularidad. ¿Te imaginas una mesa de quesos, una estación de tacos o una barra de sushi? Son divertidas y quedan espectaculares.

Y es que, aunque por supuesto la comida en sí es muy importante, la presentación también juega un papel fundamental a la hora de causar una buena impresión en tus invitados. Por eso, escoger el tipo de servicio correcto puede marcar la diferencia entre un evento “normalito” y uno que los comensales recuerden durante mucho tiempo.

No te olvides de las bebidas

Un buen menú necesita buenas bebidas para acompañarlo. Te recomendamos crear una zona de bebidas donde los invitados puedan servirse. Incluye opciones con y sin alcohol: agua, refrescos, zumos naturales, vino, cerveza y, si el evento lo permite, algún cóctel especial que sorprenda a tus invitados.

Y recuerda: sé flexible

Lo sabemos: por mucho que planifiques, siempre pueden surgir imprevistos. Puede que la comida se retrase o que aparezca algún invitado de última hora. Pero esto, si te has preparado de antemano, no tiene por qué significar el fin del mundo.

Siempre que aparezca uno de estos imprevistos, lo más importante es mantener la calma y tener un plan B. En este sentido te damos un consejo: ten siempre algunos aperitivos extra y un proveedor alternativo en mente.

Al final del día, lo que queremos es crear una experiencia que tus invitados recuerden con una sonrisa y el estómago satisfecho. Así que ¡adelante! Con estos consejos estamos seguros de que vas a organizar un evento que todos querrán copiar.