Albacete es una ciudad manchega que abarca tanto la Sierra de Alcaraz como la Sierra del Segura. Su núcleo cuenta con una historia centenaria, parajes naturales y un bagaje cultural que llama la atención a todos los visitantes que vienen a disfrutar del verano.
Las atracciones de Albacete son tantas que a esta ciudad merece dedicarle más de un día para degustar los platos tradicionales, admirar los monumentos y pasar por los rincones distribuidos entre parques, museos y edificios con detalles arquitectónicos de estilo modernista.
Este lugar manchego siempre tiene sus puertas abiertas para que los turistas puedan disfrutar de una experiencia histórica y cultural única, gracias a la riqueza memorable de la gastronomía, las tradiciones, sus vistas paisajísticas y gentes. Veamos qué hacer en Albacete en verano.
La magia y la historia de Albacete se combinan para crear un conglomerado de calles, plazas, paisajes y monumentos de enorme envergadura histórica. Encontramos desde bibliotecas erigidas en el siglo XVI para los amantes de la lectura hasta parques de más de 10 hectáreas.
Podemos dejarnos llevar por la atmósfera festiva de la Feria de Albacete, aprender la evolución de los viñedos y bodegas o disfrutar de los singulares elementos decorativos del centro. Estos son los puntos emblemáticos de Albacete que debemos ver al menos una vez en la vida.
Si pasamos por el centro histórico de Albacete quizá el edificio que más atraiga nuestra mirada sea la catedral de San Juan Bautista, un portento de culto católico que fue erigido como un simple templo en el siglo XIII y remodelado como una sencilla catedral tres siglos más tarde.
Su estilo combina una mezcla de detalles renacentistas y neorrománicos, rematado con una fachada neogótica que se terminó en 1949. Si nos adentramos en la catedral de San Juan Bautista, vemos a la Virgen de los Llanos rodeada por murales bíblicos de Casimiro Escribá.
Localizamos el nacimiento del río Mundo entre la zona septentrional del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas y la zona sur de Albacete. Sus visitantes tienen que recorrer una ruta escarpada con escaleras de piedra, humedecidas por el efecto de la cascada.
Cuando alcanzamos la cima de la ruta nos maravillamos con las vistas de un paraje natural que destaca por la cascada que cae justo en la boca de una cueva estrecha. En otoño, las aguas hacen más estruendo y la cascada tiene aún más caudal después de la época de lluvias.
Cuando llegamos al municipio albaceteño de Almansa vemos levantarse por encima de las casas el tradicional castillo de Almansa, una construcción erigida entre finales del siglo XIII y principios del siglo XIV, justo cuando España empezaba a estar bajo el dominio cristiano.
De hecho, se cree que este castillo fue construido por los almohades para defenderse de posibles atacantes, usando tierra arcillosa húmeda que conforman los restos de muros y la fortaleza. Como curiosidad, don Juan Manuel mandó renovar algunas partes del castillo.
El interior del castillo de Almansa nunca fue reconstruido, pero los visitantes pueden ver las pinturas de la parte interior de los muros, excavaciones, almenas, murallas y torreones, además de una curiosa escalera de caracol que nos lleva a la zona más alta del castillo.
Al sur de Albacete, cerca del parque de La Pulgosa, nos topamos con el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha (JBCLM). Este jardín botánico se empezó a construir en 2003 y sus 7 hectáreas, gestionadas por una fundación del Ayuntamiento, se abrió al público ya en 2010.
Podemos animarnos a dar un paseo por los espacios verdes del jardín y aprender un poco más sobre las casi 28.000 plantas vivas, tratadas con un complejo trato ecológico que busca tanto conservar como divulgar e investigar las características de la flora mediterránea continental.
Gran parte de las plantas del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha engloban una vegetación silvestre que es propia de Albacete. Están situadas en grupos que imitan los parajes castellano-manchegos y en un invernadero de exhibición, especial para acoger la flora tropical.
Si nos encanta leer y aprender la cultura de otros lugares no podemos dejar de visitar la biblioteca de los Depósitos del Sol, una construcción pública situada en los Depósitos del Sol que resulta ser la segunda mayor biblioteca de todo el territorio castellano-manchego.
La biblioteca de los Depósitos del Sol abrió sus puertas al público en 2001 y hoy en día es parte de la Red Pública de Bibliotecas Municipales de Albacete, con más de 5 millones de visitas. Aquí se conservan libros, se estudia y se exponen reportajes fotográficos y cortos.
Este centro cultural destaca arquitectónicamente por incluir el archiconocido depósito de agua albaceteño entre el entramado de vigas y estructuras de madera que levantan la biblioteca, con la oportunidad de relajarnos entre 216 escritorios, 15.000 libros y 20 puestos de Internet.
Desde el siglo XIV se lleva celebrando en Albacete una feria anual declarada de Interés Turístico Internacional que se celebra entre el Recinto Ferial, el Paseo Ferial, los Ejidos de la Feria y la plaza de toros. Aquí se producen cientos de actividades y espectáculos.
Cada año y durante los diez días que dura, la feria de Albacete atrae millones de visitantes debido a su bagaje histórico y a las impresionantes cabalgatas que se celebran, como la Batalla de Flores y la Cabalgata de la Feria, sumadas a los juegos y las tómbolas.
A lo largo del recinto se instalan una variedad de casetas de acceso libre, rodeadas de atracciones emocionantes para que los niños se monten y restaurantes con comidas tradicionales de Albacete que animan la fiesta al ritmo del flamenco o las sevillanas.
Restaurante El Callejón
Calle Guzmán el Bueno 18 bajo,
02002 Albacete
967 21 11 38
restaurante@restauranteelcallejon.com
Horario de cocina
Martes a domingo de 13:30 a 16:00
Miércoles a sábado de 21:00 a 23:30
Cerrado lunes.