Si hay un motivo por el que a Albacete lo tildan como el “Nueva York de la Mancha”, esto se debe a sus numerosos atractivos históricos y culturales, plagados de rincones y pueblos mágicos donde se respira la esencia de los mejores monumentos y la gastronomía regional.
Hay mucho que ver en la provincia de Albacete y nada de lo que te mostramos a continuación lo encuentras en la típica ruta turística: desde castillos y yacimientos datados de muchos siglos atrás hasta paisajes y pueblos repletos de encanto, la ciudad merece más de una visita.
Descubriremos el encanto que se encuentra detrás de los muros medievales y las calles laberínticas de Riópar Viejo, Letur, Caudete, Almansa, Alcalá del Júcar y conoceremos toda la oferta cultural y gastronómica que tenemos que experimentar en la capital de Albacete.
Uno de los pueblos imperdibles de Albacete es Alcalá del Júcar, perfecto para las personas que disfrutan de los ambientes rurales y quieren practicar deportes de aventura mientras se rodean de parajes con un gran patrimonio histórico-cultural en la región de Castilla-La Mancha.
Este municipio se orienta junto al río Júcar y es vecino del área valenciana. Podemos pasear por las arterias del centro, formadas por calles y escaleras escarpadas que acompañan a las casas blancas, erigidas sobre unas laderas suaves para respetar las cuevas del paraje natural.
No es casualidad que Alcalá del Júcar sea parte del conjunto de Pueblos Bonitos de España: sus monumentos son numerosos y tiene bellezas arquitectónicas como el Puente Romano, que da la bienvenida al casco antiguo, o el castillo árabe, que se erige por encima de las casas.
Uno de los pueblos más importantes de Albacete y qué más público turista atrae es Almansa, con rincones repletos de los ecos de un pasado profundamente bélico que van desde la conquista a manos de Alfonso X el Sabio en 1241 hasta la batalla de Almansa en el siglo XVIII.
Almansa destaca por su rol en la industria del calzado, por sus fiestas de moros y cristianos y por los amplios viñedos que vemos en el territorio rural del pueblo. Toda esta riqueza histórica y cultural hace que Almansa se reconozca como Conjunto Histórico Artístico.
Si nos adentramos en este bonito pueblo, podremos admirar la excelente conservación de la que goza el casco antiguo así como el castillo de Almansa, que es una construcción pintoresca de origen árabe, y el palacio de los Condes de Cirat, erigido con el estilo renacentista.
El corazón de Albacete, donde sentimos la riqueza cultural e histórica a fuego vivo, se encuentra en la misma capital de la provincia. Este espacio urbano se caracteriza por sus parques verdes y sus puntos de interés, como los Jardines de Altozano o la Catedral.
Podemos visitar el Monumento al Cuchillero y conocer la larga tradición albaceteña en la industria de la cuchillería o dejarnos caer por restaurantes tan emblemáticos como El Callejón, donde la tradición taurina se entremezcla con platos gastronómicos típicos de la región.
Más allá de las calles céntricas de la ciudad podemos adentrarnos en la Casa del Hortelano, un edificio de estilo modernista que está repleto de galerías comerciales y arquitectura formada por hierro y vidrio, imitando la sutileza italiana de la Galleria Vittorio Emanuele II en Milán.
En el Corredor de Almansa nos topamos con Caudete, una zona donde se han producido importantes hallazgos arqueológicos que muestran los orígenes de la provincia manchega. La herencia árabe se observa en las ruinas que quedan del castillo y sus prolongados muros.
Lo curioso de Caudete es que está rozando la frontera con Almería y Murcia, de hecho, se percibe la influencia del Levante en la iglesia de Santa Catalina, en la ermita de Nuestra Señora de Gracia y en el convento de San José, construidos bajo el gusto gótico y ecléctico.
Pasear por el barrio de San Francisco de Caudete significa dejarnos llevar por las fachadas talladas con relieves y mosaicos que datan de los siglos XVIII a XX, mientras nos encontramos con la amplísima plaza de toros y la iglesia de San Francisco, de gran tradición neomudéjar.
Conocido como la perla de la Sierra del Segura, Letur es un pueblo albaceteño erigido en plena sierra para disfrutar del bello paisaje que proporcionan los ríos y cascadas de la región. Gracias a sus rincones medievales árabes, se declaró a Letur como Conjunto Histórico-Artístico.
En esencia, Letur es un espacio de amplio interés turístico rural debido a su encanto, frescura y alegría. Podemos dar un paseo por el entorno natural del pueblo o hacer rutas en bicicleta para ver los bonitos enclaves de río Segura que se encuentran repartidos por toda la localidad.
Merecen especial mención la cascada de Fuentesana o el charco Pataco, además del casco antiguo y la iglesia parroquial de Santa María, con una riqueza histórica que data del siglo XVI. También podemos bucear en el Charco de Las Canales y admirar sus aguas paradisíacas.
Una villa erigida en tiempos medievales se llama Riópar Viejo y se encuentra localizada en el Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima. Su historia es algo tumultuosa, ya que sufrió importantes daños que han sido restaurados tras su abandono en el siglo XVIII.
En Riópar Viejo también se ha creado todo un centro urbano con calles de piedra estrechas y laberínticas que dan la bienvenida a casas totalmente restauradas que rodean la Iglesia del Espíritu Santo, el castillo medieval de estilo árabe y la Real Fábrica de San Juan de Alcaraz.
El turismo rural se adentra en una zona con gran historia, ya que justo antes de que empezara la Edad de Bronce en España hubo una población que ocupó Riópar Viejo. Hoy en día es posible observar el Yacimiento Neolítico de La Marija, que se abandonó hace cuatro milenios.
Restaurante El Callejón
Calle Guzmán el Bueno 18 bajo,
02002 Albacete
967 21 11 38
restaurante@restauranteelcallejon.com
Horario de cocina
Martes a domingo de 13:30 a 16:00
Miércoles a sábado de 21:00 a 23:30
Cerrado lunes.