Como parte fundamental de nuestra dieta, el arroz es un alimento versátil que permite cocinarse de muchas formas diferentes. Podemos elegir entre paellas, risottos o caldos y saborear cada momento con estos trucos para hacer el arroz perfecto en 6 pasos.
No todos los arroces son iguales y no todos se cocinan de la misma manera. Tener en cuenta el tipo de materia prima que estamos cocinando es crucial si queremos que nuestros platos sean deliciosos. Para mantener la textura óptima del arroz, conoce los tres tipos que existen:
Este arroz es muy común en la cocina india y entre todas las variedades que existen podemos disfrutar de arroces Jazmín, Basmati o Ferrini. Como el arroz largo tiene mucho almidón en su interior, cada grano permanece suelto y firme incluso después de haberlo cocinado.
Con cualquier tipo de arroz blanco podemos preparar guarniciones o ensaladas.
El arroz bomba es el tipo de arroz medio más popular por el quedemos decantarnos si nos gustaría cocinar una paella o preparar un delicioso y dulce plato de arroz con leche. El contenido en almidón es algo menor que el arroz largo y, por eso, los granos son más melosos.
Este tipo de arroz es el que menos almidón tiene de todos y de ahí que su textura sea muy blanda incluso al cocinarlo. Además, los granos permanecen pegados entre sí. Un ejemplo de arroz corto es el de sushi, con el que podemos preparar los mejores platos de makis.
Con cualquier tipo de arroz corto también podemos elaborar un plato de arroz a la cubana.
Como cereal que es, el arroz requiere cocerse durante un tiempo variable para conseguir la textura que buscamos en nuestros platos. Dependiendo del tipo de arroz que elijamos y la forma en que llevemos a cabo la cocción, tardaremos más o menos tiempo, a saber:
Algo que es importante mencionar es que el tiempo de reposo del arroz, como es común en los platos de paella, influye mucho en que el tiempo de cocción sea más breve.
Quizá alguna vez hayamos oído que lavar el arroz es esencial para asegurarnos de que eliminamos los restos de suciedad, contaminación y microorganismos que haya en el cereal. El problema es que, al remojar el arroz, reducimos sus nutrientes y vitaminas.
Y no solo eso, también estamos provocando que el arroz se ablande antes de tiempo y que, en el momento de la cocción, se quede demasiado apelmazado y con una apariencia pastosa.
¿Qué podemos hacer en estos casos? Los cocineros aconsejan que la mejor forma de hacer el arroz perfecto es introducir la cantidad de cereal que vayamos a cocinar en un recipiente con agua y removerlo tantas veces como debamos hasta que veamos que el agua no sale turbia.
Otro truco que debemos recordar para preparar nuestro mejor arroz es la cantidad de agua que hay que utilizar durante la cocción. Este factor es subjetivo y depende del tipo de grano:
Por último, los arroces que cocinamos para ensaladas o como guarnición no requieren una cantidad específica de agua. Basta con verter agua abundante y sal en un cazo y dejarlo cocer durante una media de 10 minutos. No debemos olvidarnos de dejarlo reposar unos 8 minutos.
Si bien es cierto que remover el arroz con una cuchara de madera es útil a la hora de retirar el exceso de almidón, si no somos precavidos podemos llegar a romper los granos y estropear la textura del cereal. Esto significa que también perdemos muchos nutrientes y vitaminas.
Para que no nos pase nada de esto, los expertos recomiendan verter un poco de aceite de oliva o zumo de limón antes de que empecemos a cocer el arroz. Haciendo esto conseguimos que los granos no se lleguen a romper y que tampoco se peguen al fondo de la cacerola.
Otro truco para hacer el arroz perfecto a tener en cuenta es el tipo de material que vamos a usar durante la cocción. La textura de este cereal se enriquece más si empleamos una sartén o cacerola hechos de aluminio fundido indeformable que reparte bien la temperatura térmica.
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